martes, 5 de abril de 2011

Animalia

Ah, la suave luz se desvía en tu cuerpo,
y la vida que brota por tus poros,
inunda distraidamente la habitación...
Cómo no detenerme ante tu belleza,
cómo no disfrutar del espectáculo,
la suave forma de tu vientre
me sugiere cosas...
Cedo al instinto primitivo del acecho...
la presa está ahí...

El Umbral...




En el umbral nos detenemos,
          dudamos acezantes...
                 se abrirá la puerta
                      como todas las puertas?
                          oirán latir, nuestros corazones?
o como los espejos sin fin, nadamente enfrentados, duramente reflejados,
          nos dirán adiós...
          suavemente giran las bisagras,
                  la hoja de madera, llámame ayer...